LA PIEL SE IRRITA CON EL USO DE LA MASCARILLA, ¿CÓMO EVITARLO?

“La cara es el reflejo del alma”. ¡Qué razón tiene este refrán! Y es que la piel reacciona ante los estados emocionales que estamos viviendo en cada momento. El confinamiento ha hecho que muchas personas se encontraran más estresadas, tristes, preocupadas,…  y esto producía en su piel brotes de dermatitis, rosácea, acné,….

Y si a esto le añadimos el uso de la mascarilla estos problemas se agravan. Lo que le ocurre a la piel cuando utilizamos la mascarilla es que esta no traspira bien, provocando que los poros se obstruyan por el sudor y aliento concentrados, o que se produzcan irritaciones debido a la rozadura, eccemas, acné, etc. Esto hace que se deteriore la barrera cutánea, ya que esta pierde agua, convirtiéndose en una barrera protectora menos efectiva.

¿Cómo puedo prevenirlo?

Es muy importante la limpieza y la hidratación del rostro, pero con productos que contengan ingredientes naturales, ya que si no puedes empeorar los problemas que tu piel tenga. Para ello, te recomendamos que laves tu rostro antes y después de colocarte la mascarilla, y seca con toques y sin fricción. Además, es importante que una vez en semana exfolies tu cara con el exfoliante Perlas de Jojoba, cuyos principales ingredientes son la jojoba y el aloe vera conocidos por su efecto hidratante y regenerador. Te dejará una sensación de frescor y calma en tu rostro.

Y para el día a día, utiliza la crema facial La Mimosa, que está especialmente formulada para los problemas de hipersensibilidad, rojeces y descamación. Sus ingredientes naturales como el aloe vera, la caléndula y la manzanilla calman la piel y reducen la inflamación.

En la medida de lo posible, intenta no utilizar maquillaje por debajo de la mascarilla, ya que, con el sudor, la humedad de la respiración, etc. Favorece el crecimiento de microorganismos.

También es importante tener en cuenta qué tipo de mascarilla debemos de utilizar. Si la mascarilla es de tela y tu piel es propensa a tener acné, intenta evitar telas como el nylon y el poliéster, ya que son tejidos que transpiran peor y hay más riesgo de que se produzca irritación. La parte interna de la mascarilla debe de estar hecha de un tejido suave, transpirable y de algodón para que no irrite tu piel, mientras que la parte externa puede estar hecha de otro material más grueso.

Si sigues estas recomendaciones verás como notarás la piel mucho más hidratada, limpia y sin irritaciones.